Acertar al elegir estanterias metalicas para tu almacen

Para cualquier fabricante o distribuidor es primordial contar con un recomendable sistema de almacenaje.
De qué forma y dónde guardar el producto probablemente es básico, no solo por razones de optimización de espacios, sino también para conservar adecuadamente la mercancía y contar con del suficiente stock en las mejores condiciones de seguridad y accesibilidad.

Estanterías metálicas industriales: Gran pluralidad para escoger
El almacenamiento mediante un sistema de estanterias metalicas es una solución funcional para el acopio y conservación de materiales. En el mercado, existen múltiples opciones y alteraciones, tanto de material de fabricación como de diseño y estructura de colocación en el espacio.
Ello hace que siempre y en toda circunstancia y en todo instante sea posible encontrar la solución de almacenaje recomendable para cada producto, espacio o necesidad. Y, en la gama de materiales disponibles, las instalaciones metálicas suelen ser las más demandadas.

Las estanterías fabricadas con materiales metálicos, desde el acero a otros más ligeros, presentan una gran pluralidad y utilidad. Existen modelos para pesos pesados de incluso mil kilos por nivel, de esta manera soportan pesos medios o más ligeros.
Se puede decir, que prácticamente cualquier tipo de producto o mercancía, sean cuales sean sus particularidades, es susceptible de ser depositado de forma ideal en un sistema de estanterías metálicas.

El abanico es amplio: de grandes vanos, rinconeras, modulares, galvanizadas, con número variable de estantes, que dejan acoplar elementos auxiliares conforme sean las particularidades del producto a guardar (papel, productos líquidos, alimentación, etc.).
Las estanterías metálicas ofrecen una gran durabilidad y resistencia, incluso en exteriores sometidos a inclemencias climatológicas, con el coherente ahorro a largo plazo. Aparte de esto, facilitan la visibilidad de la mercancía y la ventilación de la misma, dejando exender el periodo de almacenaje.

Consideraciones precedentes
Cualquier responsable de compras o de logística, es consciente de la necesidad de decantarse por el producto que pueda contribuir mejor al cumplimiento de las esperanzas de su negocio, acrecentando su rentabilidad y optimizando recursos.
En consecuencia, si se trata de comprar estanterías recomendables para nuestro depósito, nave o almacén, hay que plantearse, además del material, una serie de consideraciones adicionales:
– El espacio de almacenamiento libre.
– El peso que van a deber soportar.
– El tamaño, forma y embalaje de las unidades a guardar.
– La precisa accesibilidad al producto.

Los diferentes sistemas de almacenaje
Por otro lado, resulta preciso además decantarse por uno o otro sistema de almacenaje. Particularmente, habitúan a distinguirse cuatro sistemas de almacenaje industrial: el frecuente, el sólido, el activo y el móvil.

Sistema de almacenaje frecuente
El almacenaje frecuente se configura por módulos o estantes a múltiples niveles, conforme la altura de la carga.
Las estanterías metálicas, pueden ser de carga manual o de paletización, atendiendo a los modelos de carga de los estantes. Las dos pueden combinarse en un mismo bloque, de manera que la carga manual esté ubicada en los módulos inferiores y la de paletización en los superiores.
Es el sistema más recomendable para almacenaje de un sinnúmero y pluralidad de referencias de producto.

En ocasiones, las estanterías frecuentes pueden ser puestas sobre raíles para desplazamiento lateral, evitando tener que contar con más corredores que no sean los de trabajo.
Este sistema tiene una serie de ventajas, como la sencillez de control del producto y la velocidad en la detección de falta de stock. Aparte de esto, deja acceder directamente a cada paleta de mercancía sin mover las excedentes.
Por otro lado, se amolda verdaderamente bien a los programas informáticos de administración de almacén.