Gestiona tus activos eficazmente

La administración de activos ayuda a que las compañías y organizaciones consigan dar contestación fiable a las necesidades del negocio. Además de esto, no se enfoca tanto en hacer acciones sobre los activos, sino más bien en producir valor mediante los activos,es decir, se enfoca en el negocio.

En este sentido podemos definir a la administración de activos como: “La coordinación de las actividades de una organización para crear valor mediante sus activos”, y la definición de activo es: “algo que tiene valor o potencial valor para una organización”.

¿Por qué debemos gestionar nuestros activos? Está asociado a,  de qué manera conseguir que la compañía tenga sostenibilidad, y qué se pueda probar de qué forma las acciones llevadas a cabo verdaderamente están produciendo valor al negocio.

Los objetivos de administración de activos, derivados como una parte del plan estratégico de administración de activos, dan el vínculo esencial entre los objetivos de la organización y el plan de administración de activos que describe de qué manera estos objetivos se van a lograr. Estos objetivos convierten los resultados requeridos (producto o bien servicio) que han de ser proporcionados por los activos, en actividades típicamente descritas en el plan de administración de activos.
Los objetivos de administración de activos deben encajar en todas y cada una de las necesidades de la organización, que pueden incluir abordar subconjuntos de objetivos (por poner un ejemplo, para el sistema de administración de activos, la cartera de activos, el sistema de activos y  nivel de activos), y pueden cambiar para diferentes funciones llevadas a cabo para cumplir con los requisitos de las partes interesadas. . La organización debería estimar la información o bien los datos de fuentes internas y externas a la organización, incluyendo contratistas, distribuidores clave, reguladores y otras partes interesadas.
Los objetivos de administración de activos han de ser concretos, medibles, alcanzables, realistas y de duración determinada (o sea, los objetivos “SMART”). Pueden ser tanto mediciones cuantitativas (como por ejemplo, tiempo medio entre fallos) como mediciones cualitativas (como la satisfacción del cliente del servicio).

La organización debe estimar el seguimiento, medición, análisis y evaluación precisa para impulsar y respaldar la toma de resoluciones sobre las acciones de mejora, sin duda  es la esencia de la planificación.

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