
Como leemos en los artículos dedicados a la inspiración gracias a otras disciplinas, asimismo también se hace mención a encontrarla en otros caminos, en ese extenso cosmos que es la fotografía, sobre todo la del fotografo de bodas en Barcelona. Con este sentido hay un fotógrafo que no solo nos puede ayudar en esa busca, sino además de esto nos puede abrir el camino para localizar la fe en este arte en el momento en que nos vemos perdidos. Hablamos de Rodney Smith.
Es imposible que sea objetivo con un fotógrafo que hace de cada fotografía una obra de arte. Un autor cuya elegancia queda reflejada en las composiciones que crea, en el blanco y negro que emplea, en la pose de sus modelos que paradójicamente nos transmiten una naturalidad afable.
Una elegancia que asimismo podemos observar en su gusto por el estilismo, muy homogéneo durante su portfolio. De la misma manera que sus localizaciones, lugares comunes que se ven embellecidos por la meticulosa simetría y el minimalismo que logra al limpiarlos de elementos innecesarios.
Su fotografía está cargada de humor, de simbolismos, de inteligencia, de surrealismos. Un surrealismo que nos conduce al pintor Magritte pero, que por su parte nos traslada a esas estampas del fotógrafo Lartigue por la luz natural que emplea, que en ocasiones destaca con luz continua sólo cuando lo precisa.
Una obra que es fruto de su amor por el cine precedente a mil novecientos cuarenta y siete y a sus opiniones, estudió teología siendo maestro adjunto en la Universidad de Yale, y confiesa que Freud salvó su vida. Técnicamente es impecable, trabaja con una Hasselblad y una lente de 80mm tras haber empezado con una Leica M4 y, si bien le conocemos esencialmente por su trabajo analógico en blanco y negro, hoy en día asimismo flirtea con el color.
En nuestra inspiración en la fotografía de bodas, Rodney Smith nos puede ayudar a componer, a ser más precisos dando a la pareja el sitio que se merece en la composición, a ser más naturales sin perder un ápice de elegancia, a entregar el salto a unas estampas con un toque de humor inteligente, aún a emplear elementos de atrezzo que nos ayudan a contar historias sin recargar la escena, pero sobre todo, si nos atrevemos, a buscar en los márgenes del surrealismo un paseo donde a base de práctica podamos sentirnos cómodos y locuaces.
En suma, un autor que nos puede aportar mucho y que de forma encarecida aconsejo echéis una ojeada a su portfolio mediante su página. Son pocos los fotógrafos que nos obsequian esta clase de estampas y siempre y en toda circunstancia es un lujazo perdernos entre sus fantásticas fotografías.
Fuente: Wolfphotographers