En los artículos sobre maquetas de barcos, debemos hacer un paréntesis para un tema que me parece interesante, a la par que educativo, para todos aquellos lectores que puedan tener interés en ir “un poco más lejos” en el conocimiento, si bien sea de forma somera, de de qué manera se clasificaban los barcos de guerra en las grandes armadas en la época de oro de la vela, el siglo XVIII.
Esta clasificación obedecía a dos premisas primordiales, como eran, primeramente, la de la estandarización de la construcción, puesto que se acostumbraban a utilizar exactamente los mismos planos básicos, con lo que se lograba un incremento de la producción a menor costo. Como segunda premisa esta clasificación respondía a las distintas necesidades que las diferentes misiones asignadas requerían.
Nos basaremos en la clasificación de España dictada desde 1.770, que constaba de seis categorías o bien “clases”, mas agregando que esta era muy afín en Inglaterra, donde se sumaba una clase más para los navíos más pequeños, y más reducida en Francia, donde todo barco de más de 74 cañones era abarcado en la 1ª Clase.
(Maqueta del barco de 140 cañones “Santísima Trinidad”)
Barcos de 1ª Clase
Aquellos que se armaban con más de cien bocas de fuego en 3 puentes, y que como norma montaban cañones de treinta y seis libras en la 1ª batería, de a veinticuatro lb en la 2ª, y de a doce lb en la tercera. Acostumbraban a ser los buques insignias de las distintas flotas, como por poner un ejemplo el español Santísima Trinidad (140 cañones), o bien la lengua inglesa Victory (104 cañones).
Barcos de 2ª Clase
La 2ª Clase, asimismo de 3 puentes, más con menor potencial artillero, en tanto que montaban entre 90 y 94 cañones, con una distribución afín a la 1ª Clase. No era un barco común en la flota de España, en contraste a la británica, donde la segunda clase era el barco “referencia” de sus escuadras.
(Maqueta del buque francés de 2ª Clase “Comercio de Marsella”)
Barcos de 3ª Clase
El género de buque de guerra más habitual en las grandes flotas era el de 3ª Clase, que distribuía en dos puentes entre 60 y 80 bocas de fuego, generalmente con una primera batería de a 36 libras y una segunda de a 24 libras en los de 80 cañones, y de a 24 libras en primera batería, y de a 12 libras en la segunda, en los de 60 cañones. Los más insignes de esta categoría, fueron los de 74 cañones, muy utilizados por la Armada De España del siglo XVIII.
Estas 3 primeras categorías eran las que abarcaban a los llamados buques de línea, llamados de esta forma a juzgar por la capacitación de combate que tomaban en batalla en aquella época, formando una flota paralela con la contrincante, y batiéndose a fuego de cañón, metralla y fusilería.
(Maqueta del barco de España de 3ª Clase “Ntra. Sra. del Pilar”)
Barcos de 4ª Clase
La 4ª Clase la conformaban los barcos de 2 puentes y de entre 50 y 60 cañones, con bocas de a 24 libras o bien a 18 libras en la primera batería, y de a 12 libras en la segunda. Eran utilizadas como unidades de escolta o bien alarma temprana, por sus capacidades de velocidad y capacidad de maniobra.
(Barco de España de 4ª Clase “Glorioso”)
Barcos de 5ª Clase
En la 5ª Clase se nominaban a las fragatas, que eran barcos en general de un solo puente, raras veces de 2, y que montaban entre 20 y 40 cañones, generalmente de a 18 libras. Sus principales misiones, dada su utilidad y velocidad, iban desde la escolta a la persecución de corsarios y piratas.
(Maqueta inglesa, de construcción “Surprise”)
Barcos de 6ª Clase
Finalmente, la 6ª Clase abarcaba a todos y cada uno de los buques de guerra de porte menor, y que no acostumbraban a ser utilizados en batalla, desempeñando funciones auxiliares, de corso o bien guardacostas, e inclusive de avisos y correos marítimos.