Los aparadores son muebles tradicionales para el salón o bien el comedor poseedores de un encanto muy singular. De entrada, su misión primordial es la de guardar vajillas, cubiertos, manteles y otros bártulos para el servicio de la mesa. Por esta razón acostumbran a situarse cerca de la mesa primordial del comedor, si bien tampoco resulta extraño ver un aparador en la cocina, especialmente si el tamaño de esta lo deja.
A lo largo de bastantes años, los aparadores no tuvieron ningún uso, pues aparte de ocupar excesivo espacio, se asociaban a estilos de decoración muy antigüos. Sin embargo, con el renacer del estilo de muebles vintage y la fabricación de aparadores más modernos y amoldables a los estilos actuales, se han puesto de nuevo de tendencia.
La oferta actual de aparadores nos depara una extensa pluralidad de opciones en lo que se refiere a tamaños, materiales y colores. Los pequeños ganan poco a poco más adeptos, en especial entre la gente joven, al tiempo que los grandes (más en longitud que en altura) se sostienen como beato y señal del estilo tradicional y colonial, además del retorno del estilo en muebles vintage.
Si hablamos del material de fabricación, la madera por lo general se impone con claridad, siendo el DM lacado, la madera de mindi y la madera de acacia las opciones más escogidas por su belleza y polivalencia.
En lo que se refiere a colores, asimismo hay modelos para todos y cada uno de los gustos. En los estilos más modernos y minimalistas son aconsejables los aparadores de tonos suaves como el blanco o bien el crema. Al contrario, los estilos de corte más tradicional o bien colonial invitan a la elección de piezas de tonalidad más obscura, como el nogal.
Por otro lado, la configuración del aparador depende del tamaño del mismo. Normalmente, incorpora tanto cajones como puertas distribuidos de forma variable. Los aparadores más vanguardistas acostumbran a disminuir al mínimo el impacto visual de estos compartimentos hasta el punto de quitar muchas veces los tiradores.
En cambio, los modelos más tradicionales optan por recalcar el contraste de tales elementos por medio de grandes empuñaduras bañadas en un color diferente al del resto de la pieza. Además de esto, algunos de estos muebles incorporan puertas de cristal que, aparte de resultar muy estéticas, son realmente útiles si deseamos, por servirnos de un ejemplo, exhibir nuestra vajilla preferida.
Finalmente, todos y cada uno de los aparadores nos ofrecen asimismo un extenso soporte superior que nos ofrece un sitio idóneo para poner lámparas de mesa, velas, fotografías, jarros y, en suma, cualquier tipo de complemento de decoración.
Los aparadores son, indudablemente, homónimo de estilo y funcionalidad en cualquier entorno ornamental.