Las ensaladas, si bien se las asocia con el verano, verdaderamente se han transformado en un plato esencial que asimismo consumimos en cualquier temporada del año. Por esta razón, contar con un menaje singular para presentar estas ensaladas y servirlas no es un capricho, sino más bien una necesidad que debes tener, para presentarlas siempre y en todo momento de la mejor forma.
Buscando por la red, dentro del apartado del menaje del hogar, he tropezado con modelos diferentes de ensaladeras que se ajustan a gustos y preferencias diferentes. Aquí te dejo cuatro de los que más me han llamado la atención.
Para los más prácticos y que les agradan las tradicionales ensaladeras de melamina, está la ensaladera con manos de Lékué. Las manos son dos cubiertos para servir que quedan integrados en el recipiente ocupando poco espacio.
Para los más elegantes y buscadores web de los mejores diseños, está la ensaladera de acero inoxidable.
Para los que la madera sigue siendo un material ansiado en sus artículos, aconsejo los set de ensaladeras de madera de acacia, con un acabado muy elegante, lejos del término basto de la madera.
Y para los que les chiflan los artículos más originales, les invito a hacerse, más que con una ensaladera, con un juego de servicio de ensaladas compuesto por dos largas cucharas para servir, que se parecen a una planta, y que se introducen en un especial recipiente con forma de maceta, idóneo para preparar en él las vinagretas y aliños.
Las ensaladeras las utilizamos, como no, para confeccionar las tradicionales ensaladas que gustan en cada casa, pero con las últimas tendencias de forma de ingerir alimentos sanos, superando incluso la tan nombrada cocina mediterránea, aparece la inclinación por todo tipo de vegetales en las ensaladas de nuestro propio consumo individual, es decir como plato principal de nuestra alimentación.
Es por eso, que te voy a dejar una más de tantas recetas, en la que es importante el recipiente del que trata este artículo.
Ensalada de judías y garbanzos con alioli
Ingredientes:
– 1 taza de garbanzos, remojados a lo largo de cuatro a seis horas o bien toda la noche en tres tazas de agua
– 1 litro de agua
– Sal al gusto
– 1/4 kilogramo judías verdes, puntas recortadas
– 1/4 taza de perejil fresco picado
– 2 cucharadas de cebollino picado, o tres o cuatro cebolletas picadas
– 4 rábanos en rodajas (opcional)
– 1/3 taza alioli
– Jugo de limón
* Escurre los garbanzos remojados y mézclalos con agua en una cacerola. En ebullición, agrega la sal al gusto, baja el fuego y cocina a fuego lento hasta el momento en que estén tiernos (hora y media aprox.)
* Introduce en agua hirviendo o bien al vapor las judías con sal a lo largo de cuatro a cinco minutos, hasta el momento en que estén tiernas. Refresca con agua fría, escúrrelas y pártelas en mitades, después resérvalas.
* Pon un colador sobre un tazón y escurre los garbanzos. Mezcla con las judías en una ensaladera grande. Agrega el perejil, cebollino o bien cebolla de verdeo y los rábanos. Sazona con el jugo de limón si deseas.
* Si el alioli está muy espeso, añade de dos a cuatro cucharadas de caldo de judías caliente. Mezcla el alioli con los garbanzos y las judías. Y ya lo puedes servir.
Fuente: Zalema