Bien sabes cuidar tus ojos en verano ¿y en invierno? Aquí hallarás consejos útiles para prosperar tu salud visual en esta temporada.
La calefacción presente en las casas, oficinas y transportes seca tus ojos, incrementando las probabilidades de padecer el síndrome de ojo seco. Te invitamos a que, de ser posible, pongas un humidificador en los lugares en los que pasas más tiempo. Si tienes radiadores en casa o bien en la oficina, ubica un recipiente con agua cerca de ellos (preferentemente encima), a fin de que su evaporación humecte el entorno.
Ventila las habitaciones, por lo menos, una vez al día, para renovar el aire y echar fuera las partículas en suspensión y virus que pueden afectar a los ojos.
Resguarda tus ojos en exteriores con unas lentes de tendencia de sol, asimismo en invierno, ¿Sabías que la radiación UV llega a la tierra aun en los días anubarrados?, ¿y que más del noventa por ciento de estas emisiones pueden atravesar las nubes poco espesas?
En invierno se pasa más tiempo en interiores y, probablemente, la mayoría de este tiempo miras una pantalla. Cerciórate de que tus gafas de moda, cuentan con lentes que bloquean las emisiones de luz azul-violeta, que emiten los dispositivos electrónicos. Existen lentes, que bloquean el veinte por ciento de estas emisiones, reduciendo el índice de muerte celular en la retina en un veinticinco por ciento .
El viento frío de esta época del año seca tus ojos y su contorno, incrementando las probabilidades de sufrir arrugas. No se te olvide llevar unas gafas de sol envolventes en días de viento y resguardar tu cara con crema solar, en especial si practicas deportes de invierno. ¿Conoces que, la nieve pura refleja hasta el ochenta por ciento de los rayos UV que generan quemaduras solares?, ¿y que la radiación UV aumenta en un cuatro por ciento por cada trescientos metros de acreciento de la altitud?
Es cierto, que en los meses de verano los rayos de sol llegan a la tierra con más cantidad de radiación UV, sobre todo en un país que disfruta de tan buen tiempo como es España. Esto es de este modo, por el hecho de que los rayos de sol inciden de forma perpendicular, más de manera directa y, de ahí que, tienen una mayor carga de emisiones UV. En invierno, inciden de forma oblicua, son menos directos y, en consecuencia, llegan menos rayos UV a la tierra.
No obstante, eso no quiere decir que en invierno no haya que resguardarse bien los ojos y la piel de estas emisiones. Tal como nos recomiendan en Eloise Eyewear:
Más del noventa por ciento de la radiación UV puede atravesar las nubes poco espesas. Esto quiere decir que, en invierno, la concentración de rayos UV en días claros puede ser altísima.
La radiación UV aumenta en un cuatro por ciento por cada trescientos metros de acreciento de la altitud. Cuanto más por encima estés del nivel del mar, más debes resguardar tus ojos, incluso si está anubarrado.
El sesenta por ciento de la radiación UV diaria se recibe entre las diez de la mañana y las dos de la tarde. No debes olvidar portar tus gafas de sol en las horas centrales del día.
La nieve pura, nos refleja hasta el ochenta por ciento de los rayos UV que generan quemaduras solares. Si participas en los deportes al aire libre en invierno, es indispensable que lleves gafas de sol.
No olvides tus gafas de sol en invierno.
Para los días anubarrados o bien con poco sol, escoge lentes claras, de categoría 1-dos y, para los días de mucha luz, lentes de categoría cuatro-cinco.
Las lentes con Y también-SPF-veinticinco en tus gafas de vista, son una forma ideal de resguardar tus ojos del sol en invierno y, asimismo, la piel de alrededor.
Las lentes fotocromáticas, que se aclaran o bien se oscurecen en función de las condiciones de luz solar, son la opción mejor para resguardar tus ojos bajo cualquier circunstancia y llevando siempre y en todo momento un tono de lente conveniente que ofrece máxima visibilidad.