Las claves para conseguir una banderola perfecta

En publicidad exterior, las banderolas son aguantes alargados de tela sobre las que se serigrafían anuncios o bien mensajes promocionales. Las banderolas se exhiben en lugares públicos y se ponen atadas a mástiles o farolas. El mayor impacto, se logra desplegando una serie de ellas en un ambiente reducido, así sea una vía de acceso, al lado del edificio o bien en los aledaños del sitio de celebración.

Los mensajes, impresos en las banderolas son por obligación breves, con lo que se recomienda que menciones de manera directa al hecho anunciado. Por el limitado espacio libre, pocas veces se reproducen imágenes, limitándose a imprimir el nombre o bien marca del evento o bien directos eslóganes promocionales.

 El logo del acontecimiento, asimismo halla sitio en exactamente las mismas como tarjeta de presentación y punto de referencia. Una de sus peculiaridades, es que al situarse unas tras otras, se pueden diseñar diferentes mensajes de forma que se complementen o bien fortalezcan. Por si fuera poco, se pueden retirar al concluir la celebración, sirviendo al mismo propósito en otras zonas en que vaya a celebrarse.

Entre las herramientas de publicidad exterior más atractivas, eficaces y económicas, hemos visto en la web de Rotulowcost, que las banderolas se popularizaron en los años ochenta, conforme se reducía la presencia de vallas en las urbes, si bien su origen son los estandartes y pendones medievales que se empleaban como decoración, cuando tenía sitio un hecho señalado en la comunidad.

Se emplean para anunciar acontecimientos culturales, deportivos y de interés para la ciudadanía, campañas de información y son una pieza esencial en las campañas electorales.

banderola

Aquí tienes nuestras claves para una banderola perfecta:

* Menos es más.

Ofrecen buenísima visibilidad, tanto para automóviles como para los viandantes en sus desplazamientos, siempre y cuando tengamos presente que la distancia de visionado de una banderola es, por lo menos, de cinco metros, más debería verse bien a veinte metros.
El ejercicio es simple. Todo cuanto no sea perceptible a veinte metros se debe reconsiderar.

* El medio determina el mensaje.

Con frecuencia, la originalidad de la pieza va en menoscabo de la claridad del mensaje de su patrocinador o bien de la web en que se puede conseguir más información.
En este sentido, es positivo distinguir el diseño de las dos banderolas gemelas y en una trazar meridianamente la información y en otra el factor visual que la debe hacer atrayente.

* No todo vale.

Si es una campaña de siete días en una urbe es una cosa, si la campaña debe ser por más tiempo y también ser en zonas abiertas, los elementos como la lluvia, el sol y el viento pueden hundir una campaña.
Hay que emplear material resistente, generalmente poliéster, con una confección meticulosa y un acabado sin arrugas, con una caída muy elegante.

* Abrir el foco.

A nivel creativo, tenemos que tomar en consideración que el efecto de las banderolas es individual y de conjunto. En la época del gran consumo, lo idóneo es trabajar con múltiples mensajes con originalidad, que sean diferentes para continuar estimulando al público durante su recorrido.
En campañas electorales, por servirnos de un ejemplo, se acostumbran a emplear diferentes eslóganes y fotografías de los aspirantes para entregar una sensación más variada de contenidos.

* Agilidad y coordinación.

Desde la administración de los permisos municipales a la retirada y reciclaje, pasando por la administración de diseño, impresión de las banderolas, selección de materiales tradicionales o bien ecológicos, confección, instalación (muy rápida), mantenimiento (substitución de las que padecen actos de vandalismo…) y retirada, la coordinación y la agilidad de soluciones son claves para el éxito de una campaña en este medio de exteriores.