El perfil de la hipoteca joven o hipotecas baratas

 

hipotecas baratas

 

 

Curiosamente las hipotecas jóvenes o hipotecas baratas de las entidades de finanzas, no eran productos muy accesibles verdaderamente. O sea, bajo un leimotiv como el de un préstamo hipotecario para jóvenes, cabe suponer ventajas no solo en lo que se refiere al producto, que las tenía, sino más bien asimismo en lo que se refiere al acceso, y esto verdaderamente no era de esta forma. El nivel de demanda para beneficiarse de las bonificaciones de una hipoteca joven, era elevado y desde entonces no se correspondía a la mayor parte de jóvenes que buscaban una residencia.

Aparte de los límites de edad ya convocados, hay que tener en consideración que los límites de financiación no eran por norma general superiores a los de cualquier hipoteca tradicional, esto es, difícilmente superaba el setenta por ciento del valor de tasación un coste de venta. Esto forzaba a financiar de forma personal una parte esencial de los costos de la adquisición de residencia, a los que sumar los costos de conformación de hipoteca. Esto no estaba desde entonces al alcance de la mayor parte de jóvenes que debían buscar financiación opción alternativa para esos porcentajes que suponían verdaderamente un desembolso alto.

Por otra parte los niveles de solvencia demandados eran extensos, bastante difíciles de cumplir en una etapa de la vida en la que los trabajos no son tan estables y los ingresos no son tan elevados. Esto es, se pedía un perfil de persona joven con trabajo fijo y también ingresos elevados, desde entonces un panorama levemente diferente al de la realidad del joven de este país hace diez años.

Otra cuestión muy relevante era la gran presencia de la vinculación con la entidad desde la contratación de las hipotecas. Esta vinculación, demandada, se relaciona de forma directa con las bonificaciones y ventajas de la hipoteca, de forma que de no cumplirse la vinculación estas modificaciones no se daban, o bien de manera directa la hipoteca no podía ser contratada. La lista, en dependencia de las entidades, puede ser enorme y partiendo de cuestiones como domiciliación de nómina, contratación de cuentas, tarjetas y seguros, podía extenderse hasta la contratación de productos de ahorro, planes de pensiones, un número determinado de usos de las tarjetas, etcétera…

Todo esto podría conllevar, de forma perfecta, que los costos derivados de la financiación superaran de largo el beneficio que las bonificaciones de la hipoteca ofrecía respecto a otras propuestas del mercado sin vinculación. Sin olvidar que habitualmente la vinculación asimismo demandaba permanencia, con altas penalizaciones en el caso de no cumplirse los periodos de permanencia obligatorios.

Hay que distinguir aquí, desde entonces, las hipotecas que brotaban de la cooperación entre entidades de finanzas y también instituciones. Las hipotecas jóvenes impulsadas por entidades públicas, si podían ofrecer un acceso más fácil a la contratación del préstamo, y habitualmente se hallaban subvencionadas y con pactos provechosos para los jóvenes. Hay que distinguir esto de forma clara, en tanto que se trata en los escenarios totalmente diferentes, uno campañas puntuales impulsadas por instituciones y apoyadas por entidades de finanzas, y dos, un producto financiero al empleo.

 

Fuente: http://www.fercogestion.com/es/simulador-hipoteca