Un cartel lumínico, es una señal que sirve como identificativo de un local. En su diseño, debe tenerse en cuenta que aparte de administrar como elemento de denominación, es un factor determinante de la imagen que se quiere entregar a la tienda.
Para ser eficientes, los carteles van a tener que resaltar y atraer la atención de los individuos que componen el tráfico comercial de la zona (viandantes como automóviles).Suelen situarse, en una zona de forma perfectamente perceptible por los individuos en su paso por el establecimiento.
Acostumbran a estar puestos en la parte superior de la entrada o bien en los escaparates. Se integran en ellos y tienen un diseño diferente por norma general, puesto que es entre los objetos que distinguen un punto de venta de otros próximos.
Las formas más frecuentes son:
* Caja de luz, con letras impresas o bien en relieve.
* Letras sueltas corpóreas sobre el acceso al local, escaparate o bien marquesina, retroiluminadas o bien no.
* Banderolas perpendiculares a la pared, sobre textil, cajón de luz y letra corporal.
Si bien parece que no existen muchas posibilidades, se han concebido multitud de combinaciones que los hace distinguirse unos de otros, de ahí que si bien tengamos las ideas claras, debemos dejarnos aconsejar por profesionales.
Los materiales para su confección son múltiples y variados, depende de la idea del personal que los efectúa, del usuario y del género de local o bien negocio donde se posicione.
Están alumbrados de una o bien otra manera, la mayor parte se van amoldando a los tiempos y usando los nuevos sistemas de leds. Han quedado atrás, los cilindros de neón que funcionaron en una temporada.
El mensaje emitido ha de ser fácil, claro, directo, y el diseño (letras, colores, sombreados…) debe ser estético y congruente con el resto del punto de venta. Con una medida conveniente al espacio donde se va a instalar, o bien eso se aconseja, puesto que ciertos empresarios ponen unos carteles enormes, en pequeños locales, para darle mayor visualización quedando fuera de la estética.
Son elementos que resaltan en el paisaje urbano, los carteles luminosos que de forma atrayente, nos recuerdan a las empresas, instituciones y todo género de entidades de cara al público. Los municipios fijan las reglas, para eludir los casos de carteles desmedidos en su ambiente, oraciones promocionales fuera de sitio o bien letreros que invaden el espacio de los vecinos.
De los más usuales, en los puntos comerciales de las urbes, son los carteles electrónicos de led. Existen dos sitios del planeta, en los que no hace falta la utilización del iluminado público, ni tampoco las luces de los automóviles, puesto que tienen tal concentración de carteles, que sería suficiente para alumbrarnos; mas lejos de su necesidad, logra que tengamos deseos de gozar de los productos que ofrecen.
Los carteles luminosos en el paisaje urbano
El cartel es un factor más del paisaje de una urbe, no obstante, es un producto muy específico con tres propósitos; llamar la atención de los posibles clientes del servicio, entregar a conocer los servicios prestados en el establecimiento y crear ventas por impulso. Es más que un fácil reclamo promocional, tiene la responsabilidad de la mayor o bien menor cantidad de visitas y el factor que proyecta la imagen del local o bien empresa a la que promociona.
El cartel aparte de embellecer, como letrero informativo de la actividad propia del local al que promociona, resulta clave en el volumen de visitas del local.
El cartel no es un gasto, es una inversión de futuro que se amortiza con velocidad, pues incide de forma directa en una serie de factores en relación con el número de visitas del establecimiento y la imagen de la marca, el recuerdo y la confianza que produce. Si bien debemos tomar en consideración, la oferta de carteles asequibles que nos ofertan el día de hoy en este país.
Se deben comprobar, que factores esenciales intervienen en el momento de delimitar el valor y la rentabilidad de tu cartel:
*La adecuada situación y un ángulo conveniente, que sea perceptible y que informe tanto a los peatones como al tráfico urbano.
*El color sostendrá una armonía cromática con el ambiente, más por su parte debemos procurar destacar como elemento diferente del paisaje, con un contraste conveniente para su adecuada legibilidad.
*Debe tener atracción y generar impacto visual, inseguridad, curiosidad, y que sea una imagen durable en la memoria de los clientes del servicio, procurando buscar que asocien su marca al producto.
*Concederle un mantenimiento a cargo de los profesionales del rótulo, que por si fuera poco tienen la capacidad para elaborar el informe de luminancia.